Hay que buscarla, la suerte hay que buscarla. No hay nadie en contra de esta realidad, pero sin embargo son muchos los que no hacen nada por conseguirla, pasando todo el tiempo sin hacer nada para encontrarse de cara con la buena suerte. Pobre es la gente que piensa que su suerte cambiará y sin embargo no hace nada por ello. Iluso es quien cree firmemente que le tocara alguna vez la lotería y sin embargo no juega nunca. El que en este tiempo de crisis no hace nada por afrontarla, nunca saldrá de ella. El que espera que la suerte de los demás acabe por contagiarle a él mismo, seguirá estando equivocado.
Buscar la buena suerte requiere de un esfuerzo sensacional, de un trabajo continuado sin desfallecer, nos pide el 120 por ciento de nuestra capacidad, y desde luego que la busquemos, sino ¿como vamos a encontrarnos con ella? A partir de ahora debemos de desearnos una buena "búsqueda" de la suerte, en vez de suerte.
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