Solo tengo 17 años y tengo planes. Desde los once me encuentro casi siempre sola en casa hasta que mis padres regresan de sus tareas. En el instituto me cuesta hacer amigos, no me gusta sentirme cerca de los demás, no me siento fuerte cuando la distancia con las personas se reduce, y prefiero las ciber-relaciones para sentirme siempre lejos y protegida.
Hoy por fin, se celebra el juicio. No querían que declarase, pero yo se lo he pedido al Sr. juez. Voy como victima de un monstruo que valiéndose de la fuerza, abuso de mí, rompiendo para siempre el escudo que me protege y que me mantiene fuerte. Pero, tengo planes.
El monstruo esta sentado, como ausente y sonríe al tiempo que escucha mi declaración, cuando mirándolo fijamente dejo a todo el mundo boquiabierto "no ha sido él, seguro. Estoy segura y convencida de que no fue él". Todo el mundo presente se pregunta como de monstruo a pasado a inocente, y sobre todo quien va a devolverle los casi dos años que ha estado en prisión preventiva, pero es que tengo planes.
Me han asegurado que esta misma tarde estará libre y ¡quiero matarlo!
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