De esquizofrenia, obsesión y manía persecutoria virtual podemos llamar a quienes eliminan las amistades de las redes sociales, porque desean romper los débiles lazos que les unen con otros en ellas, pero se pasan los días observando fotos, enlaces e información del "eliminado" a través de la ventana que les ofrece el muro de ciber amigos comunes.
Imaginad por un momento que en nuestra vida, porque nos da la real gana (es el mejor de los motivos), dejamos de lado a alguien que formaba parte de ella hasta entonces, pero que al día siguiente fuésemos preguntando por el personaje abandonado a todo el que se nos acercara, que frecuentáramos los lugares comunes esperando encontrarnos, que hiciéramos coincidir horarios y así seguir continuamente con la creencia de estar en la vida del otro. Que siempre estuviéramos comentando nuestra vida pasada con él y sobre todo que además tuviéramos la necesidad de enfocarla para que siguiera siendo nuestra.
Todo el mundo, menos nosotros mismos, pensaría que nos hemos vuelto locos, obsesivos y con una manía persecutoria exagerada, llegando incluso a pensar que como cualquier esquizofrénico, estarían mejor recluidos en un psiquiátrico.
Pero esto es de mentira, es solo nuestra vida virtual, ¿no? y menos mal, porque yo conozco gente así, ¿y vosotros?
No hay comentarios:
Publicar un comentario