Esta mañana he estado con un amigo, de los de verdad, charlando sobre aspectos de la comunicación y eso me ha hecho pensar cuán importante es saber comunicar lo que verdaderamente uno quiere que quede en la consciencia de su interlocutor. Otro amigo de los de verdad, aunque vive en otra ciudad, lejos pero no tanto, gracias al Whatsapp y a los servidores de correo electrónico, utiliza la comunicación hoy mismo para razonar una decisión importante, pero esta vez por escrito.
La diferencia en el vehículo utilizado para comunicar no modifica para nada el mensaje, sino más bien, el estado de ánimo de cada uno al recibir lo comunicado, haciendo que lo verdaderamente importante para una comunicación positiva sea el estado de felicidad del receptor.
Tal como escribió Baltasar Gracián hace más de 400 años, "Vivir es saber elegir" y "Moderar la imaginación es el todo para la felicidad". Así pasa con la comunicación y los comunicadores, hay que saber elegirlos, escuchar sus mensajes y moderar nuestra imaginación al recibirlos. Cuanto mayor es nuestra felicidad, más acertados los mensajes que escogemos recibir, y más positivos.
"Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias".
ResponderEliminar"No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices".
"Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una".
Eduardo, te nombro el complemento ideal para cada una de mis reflexiones. Eres un "monstruo". Gracias.
ResponderEliminarLeido hoy mismo, sobre la sincronización de las mentes entre los emisores y receptores de mensajes. http://pijamasurf.com/2013/08/cuando-yo-narro-una-historia-y-tu-escuchas-nuestros-cerebros-se-sincronizan/
ResponderEliminarInteresante y curioso estudio.
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