domingo, 26 de enero de 2014

MI PAPÁ. Su último viaje.

Después de unos días, ya por fin puedo escribir.
Solo recuerdo una vez en la que mi padre lloró. Era propietario junto a su hermana de un huerto heredado de sus padres y que estos lo hicieron a su vez de los suyos, en el que vivieron refugiados durante la guerra civil española, allá por el año 1936 y que durante años les ha dado tantas y tantas buenas cosechas.
Recuerdo que cuando salimos de la notaria, soltó lágrimas de apego y verdadero sentimiento, por lo tanto, nos ha sido fácil encontrar la morada eterna para las cenizas de su cuerpo. En SU huerto, junto a la caseta que aún queda en pie después de más de 100 años.
Este sábado hemos ido toda la familia de excursión y nos lo hemos llevado con nosotros para terminar su último viaje. He vaciado al viento la urna, donde además de los restos de su cuerpo quedará su alma por la eternidad y mientras afloraban a mi memoria las innumerables veces que hemos estado de pequeños y adolescentes en ese terreno junto con mi hermano, ayudándole (más bien incordiándole) a las distintas tareas del campo. Papá te quiero.....