viernes, 18 de septiembre de 2015

SOLIDARIDAD. Ese mal entendido.

Estos días de convulsión migratoria y política en la vieja Europa he leído de todo y visto de todo, al igual que la mayoría de vosotros, aunque yo además he pensado que hay tema de discusión y por tanto atractivo de comentar.
En mi modesta opinión, la solidaridad del primer mundo no pasa tanto por solucionar "las cosas" de los de aquí (que hay muchos y muy necesitados), sino que imprescindiblemente debe de canalizarse a los más necesitados.
Se trata de hacer huecos en nuestra sinrazón para que quepan los más desfavorecidos. Creo sinceramente que si no hay un gran esfuerzo político (algo mucho mayor que miles de reuniones sin hacer nada), no se podrá dar cabida a tanta gente necesitada, pero sobre todo, Europa (ese primer mundo malentendido), deberá de sacar del catalogo de favores a miles y miles de pobres nacidos en Europa para dar cabida a miles y miles de más pobres europeos porque se reconviertan en ciudadanos de derecho, justo cuando se asienten en un nuevo espacio que les de cobijo, protección y un futuro mejor, como a uno más de  los miles de necesitados, hayan nacido donde hayan nacido.
La SOLIDARIDAD es dar apoyo social o económico a quien verdaderamente lo necesita, pero somos nosotros mismos quienes tenemos la potestad de precisamente etiquetar a quien lo necesita más que nosotros. No obstante mi propia experiencia me dice que la solidaridad está mejor entendida y practicada por quien más necesita.



No hay comentarios:

Publicar un comentario