Así empieza la canción de Santabárbara. Yo no te encontré en la calle ni te puse el nombre de Charly. Viniste a nosotros por un desliz de mi madre que no pudo aguantar tus lloros de cachorro más de dos días. Al principio, no te di la bienvenida que necesitabas, pero para eso estaba el 75% de mi alma (mi mujer y mis hijas).
Con el tiempo te ganaste mi cariño, te ganaste mi atención y mi compañía en tus obligados paseos diarios. Con calor, frío, viento, lluvia y días espléndidamente luminosos, nos hemos paseado el uno al otro durante casi 16 años (toda tú vida) dejándonos llevar, igualando nuestro ritmo como si de una coreografía se tratase.
Ahora, tengo que aprender a ocupar el tiempo contigo de otra forma. Gastar mi tiempo de manera diferente es a partir de hoy para mi una obligación porque ya no estas para acompañarme.
Me duele el alma por tu partida, porque realmente no se si los perros viajáis también a la ciudad de los muertos, no se si estarás allí cuando llegue la hora de mi viaje y no se si volveremos a encontrarnos, pero lo únicamente cierto es que ya no estas aquí, ni tras de mi, ni bajo mis piernas, ni junto a la puerta, ni ocupando el mas querido de mi espacio en casa.....Solo han pasado dos días, pero cuanto te hecho de menos. NO TE OLVIDARE.