Deseo tanto tener de nuevo mi moto. Desde hace tres meses salgo (pocas veces) con mis colegas moteros, pero siempre con la moto prestada de algún amigo, la de mi hija o la de mi mujer, y no es lo mismo. No lo es porque no puedo hacerme a ellas tal como es mi deseo. Montarlas como monta un jinete a un ser vivo, pilotarlas con complicidad y verdadera pasión.
Llega el día de las salidas con los colegas y mis ganas son tremendas, pero utilizar la moto de otro nos es lo mismo, no genera en mi verdadera pasión, así es que mis ganas de tener moto propia solo van en aumento. No sirve de nada hacer kilómetros con una montura que no es la tuya, lo que se siente solo es parecido a cuando pilotas tu moto, no lo vives con la misma pasión, el deseo de posesión no alimenta mis sensaciones.
Pilotar moto propia es generar capacidad de sentir, encontrar la verdadera libertad, apasionarse exageradamente y recibir la carga de autoestima suficiente para sentirse bien, satisfecho y vivo. No es casualidad que la mayoría de conductores de moto seamos libres y solidarios. Libre es el hombre capaz de hacer el bien, "Free is the man who is able making the well". Este es el motivo por el cual encontramos tantísimos amigos gracias a nuestras motos........somos buena gente.
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